"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Opinión
Innovación social
Por Andrés Medina, presidente de Acime
10/04/2015
Existe mucho debate sobre lo que es y lo que supone la innovación social, algunos dicen que es hacer las cosas de manera diferente para intentar cambiar el mundo que nos rodea y hacerlo mejor. En el ámbito empresarial, el concepto va muy ligado al de la responsabilidad social empresarial, siendo una nueva manera de hacer negocio que crea valor tanto para la empresa como para la sociedad, concepto complementario al de la sostenibilidad.
Desde la Asociación Española de Militares y Guardias Civiles con Discapacidad, organización que represento, entendemos que la innovación social debe girar en torno a la potenciación de las capacidades de las personas que representamos y a su plena integración en la sociedad, entendiendo dicha innovación desde una triple perspectiva:
- Máxima potenciación de las capacidades. Las Administraciones Públicas y el tejido productivo, en colaboración con el movimiento asociativo de la discapacidad, deben poner en marcha los programas necesarios para dotar a las personas con discapacidad de las competencias, destrezas y habilidades que les faltan, así como potenciar todas aquellas capacidades que no tiene mermadas. Este debe ser un proceso personalizado, es decir, no valen programas generales, deben ser individuales y hechos a medida.
- A este primer punto, le debemos añadir un segundo punto por parte del tejido productivo, las empresas deben diseñar sus bienes y servicios de tal manera que puedan ser utilizados por el mayor número de personas, va muy unido al llamado Diseño para Todas las Personas, así pues, la eficiencia será mayor e irá en consonancia con la sostenibilidad que todos deseamos. Por otra parte, las empresas deben acoger el valor añadido que aportan las personas con discapacidad siempre y cuando se les adapte el puesto a sus necesidades. En el modelo tradicional de prestación de servicios, todo se desarrollaba en relación a un horario tasado, la persona con discapacidad juega en clara desventaja y por tanto, no será tan productivo como el resto de trabajadores, pero si dicho modelo es sustituido de manera progresiva, como ya vemos en cargos directivos, por un modelo mixto horario-resultados, podremos ver cómo la persona con discapacidad tendrá un rendimiento similar, o incluso superior, al del resto de personal debido a que las personas de nuestro colectivo tienen una serie de valores añadidos como la dedicación, la astucia, la constancia, el sacrificio y la capacidad de trabajo, valores que desarrollan en su vida diaria para salir adelante.
- En tercer lugar, si aplicamos la innovación social a la sociedad, quizás sea el reto más complicado de los tres que estamos enunciando, la aplicación del concepto que en este artículo estamos tratando pasaría por una sociedad que no divide a las personas en categorías como personas con o sin discapacidad, personas sanas y enfermas, personas buenas y malas, sino que, relativizando, debería medirla en torno a lo que aporta al bien común, es decir, no centrarse en si la persona es ciega o sorda sino en qué es lo que aporta dicha persona a la Comunidad, pero claro, para eso se tienen que aplicar los dos puntos anteriores: potenciar al máximo las capacidades descritas en el punto 1 y cambiar la estructura de prestación de servicios del punto 2, si no raramente la persona “con discapacidad” podrá desplegar su máxima potencialidad y aportar al bien común de la sociedad. Por consiguiente, no sería juzgada por su falta de capacidad para algunas cuestiones sino por su aportación a la Comunidad.
Por tanto, desde nuestro entender, esto sería aplicar el concepto de innovación social tanto a las propias personas con discapacidad, al tejido productivo, a las Administraciones Públicas y por último, a la propia sociedad, la cual es el todo que engloba a los actores anteriormente descritos.
Es una tarea ardua y entregada que, seguro, nos llevará tiempo. Pero estamos convencidos de que más pronto que tarde todas las personas, tengan o no alguna discapacidad, se sentirán parte plena en la sociedad a la que pertenecen.